Akila se echó las manos a la cabeza, se tiraba de los pelos, lloraba, chillaba y gritaba.
- ¡Socorro! ¡Este hombre está definitivamente loco! ¡Loco! Peo loco de atar.
- ¿Pero qué voy a hacer con tanto pescado? ¿Qué quieres que me pase la vida
limpiando... salando y vendiendo?
Okama no entendía nada. Ahora que tenían mucho pescado y podían ser ricos, su mujer estaba más enfadada que nunca.
Akila por su parte seguía gritando y de pronto dando grandes zancadas se puso frente a su marido y le gritó a voz en cuello:
- Y... ¿Cómo es posible que hayas pescado tantos peces de una vez? ¿Es que tienes algún truco? ¿Es que tienes acaso una varita mágica?
Okama empezó a temblar..... BRRRR...... ¿tendría que contarle la verdad a su mujer?.... Eso sí que le daba miedo.... No sabía cómo podría reaccionar si se enteraba que en su pajarera había un colibrí mágico.
My Holidays in morroco R.S
Hace 2 años
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